Los agentes sociales no parecen dispuestos a que la subida del IPC se traslade ya a los salarios, pero las compañías empiezan a preocuparse por la duración del alza.

La escalada vertical y vertiginosa del IPC general desde el verano causada por el encarecimiento de los precios de la energía y los problemas mundiales de suministro en algunos sectores ha empezado a crear inquietud en las economías de toda Europa.

En el caso Español, el avance del dato de inflación adelantado el jueves por el Instituto Nacional de Estadística (INE) reflejó un incremento interanual del 5,5% una cifra jamás vista casi en 30 años. Sin embargo, más allá de las primeras alarmas, economistas, expertos, representantes políticos y de los agentes sociales parecen mantener la calma y estar convencidos de que el repunte de los precios será puntual, transitorio y leve.

“Ahora mismo no hay un problema de inflación, porque el incremento que se ha dado aún no es ni persistente en el tiempo ni generalizado de todos los precios”, matiza el director de Economía de la patronal CEOE y director general del Instituto de Estudios Económicos (IEE), Gregorio Izquierdo.

El último panel de expertos del Banco Central Europeo conocido el viernes pasado estimó una inflación media anual en la zona del 2,3% para «registrar una caída en picado» a lo largo de 2022 hasta caer por debajo del 2%. En concreto, los expertos del BCE calculan que el IPC armonizado se situará en el 1,9% el próximo año y continuará en descenso hasta el 1,7% en 2023. Con ello, también este organismo descarta un problema de inflación en la economía europea, algo que ya había avanzado un día antes la propia presidenta del BCE, Christine Lagarde.

Aunque, dicho esto, Izquierdo admite que, aunque el repunte inflacionista se presente transitorio, “es importante evitar los llamados efectos de segunda ronda”, que consisten fundamentalmente en el traslado del alza del IPC al los precios finales y, sobre todo, a los salarios. Este contagio del repunte inflacionista a las retribuciones salariales y a todos los precios en general crea un círculo vicioso de encarecimiento de la producción que se hace cada vez más difícil de frenar. Por ello, el dirigente empresarial asegura que “si se dejan las cosas tal y como están, en primavera el problema quedará disipado”.

También desde el lado sindical consideran que el fuerte alza de los precios será puntual, ya que se debe a que “los oligopolios energéticos no ganaron los suficiente en pandemia y ahora lo están recuperando”, se queja el director del Gabinete Económico del sindicato CC OO, Carlos Martín.

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Fuente: Cinco Días

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