El metro cuadrado anota en el tercer trimestre la primera caída en dos años.
Los expertos prevén una estabilización sin descensos bruscos.
El ciclo alcista del precio de la vivienda en España, desencadenado tras la crisis sanitaria y económica del Covid-19, parece estar próximo a su techo, si no lo ha tocado ya. A partir de aquí, anticipan los expertos, el mercado entraría en un nuevo periodo marcado por la estabilización del valor de las casas, sin llegar a registrarse caídas bruscas ni generalizadas. Por ahora, el comienzo del frenazo ya se ve reflejado en algunos números. La última estadística del Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana (Mitma) sobre el valor tasado de la vivienda, relativa al tercer trimestre del año, muestra por vez primera desde el inicio de la pandemia una caída del valor del metro cuadrado en España. Aunque es casi testimonial, supone el primer descenso registrado en nueve trimestres, más de dos años.
Según los datos del Mitma, el metro cuadrado medio de las viviendas cerró entre julio y septiembre en los 1.740 euros. Aunque la cifra todavía supone un avance del 4,7% respecto al mismo periodo de 2021, en términos trimestrales implica una timidísima depreciación del metro cuadrado desde los 1.740,7 euros registrados entre abril y junio de 2022. Cabe recordar que desde el tercer trimestre de 2020, cuando acabó el gran confinamiento, la vivienda comenzó a registrar subidas que alcanzaron su mayor ritmo a finales de 2021.
Este cambio de ciclo también se observa en el análisis detallado en función de la antigüedad de las viviendas. Las que tienen más de cinco años, la inmensa mayoría de las casas en España, fijaron el precio del metro cuadrado en los 1.730,6 euros, mientras que aquellas con hasta un lustro de antigüedad se quedaron en los 2.051,8 euros.
El valor de las viviendas nuevas, de este modo, frena su avance hasta el 1% trimestral desde los 2.031,4 euros registrados en el segundo trimestre del año. Las que superan los cinco años de antigüedad, que marcan el pulso del mercado, pierden un 0,09% de su valor desde los 1.732,1 euros anotados entre abril y junio.
Próximos meses.
Este panorama –una vivienda antigua cuyo precio empieza a caer poco a poco y unas casas nuevas que frenan sus revalorizaciones– será el predominante durante los próximos meses.
La evolución de los precios hasta la fecha, explica Cristina Arias, directora del Servicio de Estudios de Tinsa, “refleja una demanda residencial que continúa activa, si bien el incremento de los tipos de interés hace esperar una ralentización de las compraventas durante los próximos meses derivada del endurecimiento de los criterios de concesión de riesgo de las entidades financieras y del encarecimiento de las hipotecas”. Ambos factores que dificultan el acceso a la financiación, junto a las expectativas de desaceleración económica, “pueden modificar la intención de compra de algunos hogares”, afirma.
Fuente: Cinco Días
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