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La innovación y el proceso creativo es más sistemático de lo que muchos creen y requiere de disciplina y planificación.

Quien golpea primero, golpea dos veces. Esta es una de las ideas que se deben tener en mente a la hora de impulsar la innovación en la oferta de productos y servicios en cualquier tipo de empresa, también en los despachos de abogados. Pero tener la visión de detectar una nueva necesidad del mercado y la creatividad para plantear una solución eficaz, viable y atractiva para los clientes no es nada fácil. Lo más recomendable es contar con procesos más o menos estandarizados para impulsar la creatividad en el bufete, de manera que se activen protocolos específicos cuando se requiera un nuevo tipo de servicio o nueva manera de ofrecerlo. Hay una serie de pasos que pueden ayudar a sistematizar la creación y lanzamiento de una oferta novedosa en el sector.

El desarrollo de productos y servicios debería basarse en un plan detallado, que incluya los pasos a seguir, los controles que se deben aplicar y los equipos que intervendrán. También se debe pautar la manera como se debe presentar la propuesta y las cuestiones a las que debe responder: mercado al que se dirige, necesidad y solución, plazos de desarrollo, objetivos. La idea es que se pueda impulsar el proceso creativo en el seno de la organización, con claridad y sin necesidad de supervisión permanente, en definitiva, contar con una herramienta útil para sistematizar la presentación de cualquier iniciativa novedosa, sea cual sea el área de práctica o departamento donde surja la idea o la oportunidad de lanzar un nuevo producto o servicio.

Pero muchas veces el paso inicial es el pensamiento creativo. ¿De dónde extraer las ideas para lanzar una oferta novedosa? Es cierto que hay personas que tienen un talento innato, pero como casi todo en la vida, el entrenamiento, la constancia y la disciplina pueden ayudar a desarrollarlo. Además, hay técnicas y prácticas de gran utilidad que pueden apoyar el proceso de repensar servicios actuales, darles una vuelta para ofrecerlos de manera más adecuada y eficaz a los clientes. Lo importante es tener claro que la innovación no se reduce únicamente a lanzar algo nuevo, también puede suponer cambiar determinados aspectos que mejoren la oferta.

Una de las técnicas más socorridas es la que se conoce como SCAMPER, formado por las siglas de las palabras sustituir, combinar, adaptar, modificar, dar otro uso, eliminar o reorganizar. Todas estas palabras pueden servir como referencia para el desarrollo del proceso creativo que nos ayude a reformular servicios existentes y transformarlos, de manera que generen nuevos retornos económicos a la empresa.

Pero hay más. No hay que perder nunca de vista el mercado, las dinámicas que se dan en él, las tendencias que marcan la agenda y los cambios en las preferencias de los usuarios. La investigación de la oferta y la demanda existente, de cómo trabajan los competidores, lo que prometen, debe ser monitorizado de manera constante. También resulta conveniente interesarse por lo que hacen otros agentes en sectores distintos del jurídico porque en las acciones que ponen en marcha se puede encontrar una buena fuente de inspiración para aplicar sus ideas en el propio despacho, adaptándola, y logrando abrir un nuevo nicho.

En este sentido, tener una mentalidad curiosa y ganas de saber más, interesarse por lo que ocurre en el entorno, por lo que hacen otras compañías y sectores son características personales fundamentales para quienes lideran la firma o para quienes están al frente del área comercial o de innovación. Este tipo de habilidades hay que aprovecharlas.

Inspiración para idear nuevos servicios.

También se pueden obtener inputs de valor mediante una serie de herramientas que permiten obtener información de interés para la estrategia de innovación comercial:

• Encuestas. Es uno de los medios más eficaces para compilar las opiniones, valoraciones y propuestas de los clientes o de otros colectivos. Habrá que revisar en detalle las implicaciones que pueden tener para cumplir con la normativa de protección de datos personales.

• Focus group. Permite realizar un intercambio de opiniones grupal con personas representativas de un colectivo al que interesa llegar con la oferta para que comenten lo positivo del proyecto y lo que se podría mejorar.

• Expertos. Celebrar encuentros con especialistas en determinadas materias e intercambiar ideas e impresiones sobre las tendencias del sector también puede ser una buena fuente de inspiración.

• Analítica. Los datos sobre los conceptos más buscados en las cuentas corporativas en redes sociales o de visitas en la web de la firma también puede dar información de interés a la hora de pensar en nuevos servicios y productos del despacho.

• Testeo. Realizar una pequeña prueba del producto o servicio en un grupo reducido de clientes es algo indispensable para ver si la idea funciona y para detectar posibles errores y correcciones para lanzarlo posteriormente a nivel más amplio.

• Benchmarking. Monitorizar lo que hacen tus competidores más directos te puede ayudar a conocer en qué mercados están innovando y cómo presentan sus servicios. Esta práctica puede resultar muy útil a la hora de diferenciarte y de mejorar un servicio que estéis prestando en ambas empresas.

• Tecnología. Hay servicios de toda la vida en los que cambiar la manera como se ofrecen supone un plus en sí mismo. Y en esto, la tecnología puede ser tu mejor aliada. Será de enorme utilidad buscar aliados especializados. Por ejemplo, si quieres ofrecer algún tipo de asesoramiento online, resultará de enorme interés firmar un acuerdo con un partner que te proporcione una plataformas tecnológica o que desarrolle una app que te pueda ayudar a desplegar esta nueva oferta.

Junto con analizar los costes que supone la creación de este nuevo servicio y el presupuesto que se necesitará para su promoción en los canales adecuados para llegar al público objetivo al que se dirige, será conveniente lanzar primero una versión de prueba, de manera que puedas realizar los ajustes necesarios y contar con más garantías de éxito en el momento en que se decida lanzar directamente al mercado.

Fuentes: IIILA LEY. Consejo General de Economistas. REAF Asesores Fiscales. (Ilier Navarro)