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El compromiso con la sostenibilidad pesa cada vez más en las decisiones de las pequeñas y medianas empresas españolas, aunque afirman tener problemas para informar y actuar con la agilidad y la diligencia debida.

Un estudio mundial realizado con 16.423 pymes muestra que un número elevado de estas quiere avanzar en su camino hacia la sostenibilidad, pero a menudo son incapaces de medir e informar sobre su rendimiento, lo que les impide actuar de forma óptima.

El informe, dirigido por Sage, en colaboración con ICC, PwC UK y Strand Partners. constata que, aunque cada vez más compañías y autónomos entienden que la sostenibilidad es fundamental para el crecimiento empresarial, ya que el 83% a nivel mundial lo consideran un tema prioritario sólo el 8% miden e informan actualmente sobre su impacto medioambiental.

De la importancia dada a la sostenibilidad por las pequeñas y medianas empresas no cabe ninguna duda. Una de cada dos pymes españolas, el 55 por ciento, considera la sostenibilidad «como un aspecto fundamental para su negocio», centrando sus esfuerzos en cinco frentes:

• Minorar el consumo de energía,

• reducir los viajes de negocios,

• implementar acciones para disminuir los residuos,

• digitalizar sus procesos para consumir menos recursos y

• comprar productos reutilizados o reciclados.

Las empresas encuestadas españolas dicen haber avanzado mucho en la medición del impacto medioambiental (38%) y disponer de un sistema con el que están satisfechas (18%). Los principales incentivos que tienen son las subvenciones financieras o préstamos (50%), la asistencia técnica mediante software o formación (41%) y los beneficios fiscales (38%).

Como principal dificultad el 52% destaca la complejidad de las normas de información medioambiental. Si esta regulación pudiera simplificarse de forma efectiva, dos de cada tres pymes (65%), participarían más en la elaboración de informes medioambientales, algo que se podría facilitar con herramientas digitales.

Las pymes encuestadas afirman sentir presión para ser más sostenibles por parte de numerosas partes interesadas: en primer lugar, por los clientes (58%), seguidos de los proveedores (15%) y los gobiernos locales o regionales (15%), por encima de la Administración pública nacional (12%).

A pesar de ello, en España las pequeñas y medianas empresas están haciendo bien los deberes. Un 36% afirma haber avanzado mucho en la medición de su impacto medioambiental, pero consideran que tienen que seguir mejorando. Y un 18% declara disponer de un sistema con el que están totalmente satisfechas.

La complejidad de las normas de información medioambiental es claramente reconocida por las empresas españolas, ya que más de la mitad (52%) las considera difíciles de entender.

A la luz de estas conclusiones, Sage, ICC y PwC Reino Unido formulan las siguientes recomendaciones:

Organismos de regulación:

• Establecer una coherencia en la terminología ESG utilizada para que las pymes puedan comprender y responder a las solicitudes de información con mayor fluidez. Para más información:Publicación del borrador de NEIS voluntaria para pymes del EFRAG.

• Trabajar con los gobiernos para evaluar y aumentar la interoperabilidad de las normas emergentes de las pymes con las principales normas del mercado, y dejar claro cómo los requisitos de una normativa cumplen los requisitos de otras.

• Proporcionar guías sencillas, plantillas y soluciones automatizadas que alivien la carga que supone la presentación de informes para las pymes.

• Considerar si las peticiones de información que se hacen a las pymes son proporcionales para una empresa con recursos limitados, y

• Priorizar las cuestiones materiales para ayudarles a centrarse en las áreas adecuadas.

Gobiernos:

• Construir una infraestructura de datos para avanzar hacia la precisión y transparencia de los informes, como el desarrollo de herramientas compartidas y repositorios de datos.

• Mostrar la importancia y los beneficios de la elaboración de informes de sostenibilidad entre las pymes, como el acceso a los mercados, la financiación y la rentabilidad.

• Promover el uso de tecnologías digitales asequibles y automatizadas para la elaboración de informes de sostenibilidad que aligeren la carga de las empresas.

• Animar a las pymes a invertir en sus informes de sostenibilidad considerando incentivos financieros para reducir los gastos iniciales.

Fuente: IIILA LEY. Consejo General de Economistas. REAF Asesores Fiscales. (Ainoa Iriarte Ibargüen)

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