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Adoptar jornadas comprimidas, crear bancos de horas o compensar la reducción con días de vacaciones son algunas estrategias para adaptarse a la nueva jornada laboral.

Principales dudas de las empresas.

Amparo Iglesias, abogada de Legálitas, explica que las empresas tienen dudas legales respecto a su vigencia y aplicación. “Tanto empresas como trabajadores nos preguntan cuándo va a entrar en vigor la nueva jornada máxima. También preguntan cómo se debe aplicar en las empresas, cómo se aplica en los trabajadores a tiempo parcial o con reducciones de jornada por guarda legal, si cabe la compensación con días de descanso, etc. Asimismo, plantean si la nueva regulación puede afectar al salario que los trabajadores perciben”, desgrana.

Y entre las que tienen cierto conocimiento de la ley, las dudas surgen respecto a la productividad y el incremento de costes laborales. “Muchas compañías se preguntan cómo podrán mantener su nivel de rendimiento con menos horas de trabajo, especialmente en sectores con alta demanda de personal o con horarios extendidos, como la hostelería y el comercio”, subraya Fernando Vázquez, socio consultor y co-area developer de ERA Group.

Al hilo de ello, Mónica Pérez, directora de comunicación y estudios de InfoJobs, recuerda que la productividad está cayendo en los últimos años. “Según algunos datos del Instituto de Estudios Económicos (IEE), parece que la productividad por empleado en España ha bajado un 1,9% desde 2018, alejándose todavía más de la media europea. Esta caída tiene bastante que ver con la reducción de las horas trabajadas, que en España se ha acelerado más rápido que en otros países europeos —un 3,4% frente al 2% en el resto de Europa—. Además, si hablamos de la productividad por cada trabajador ocupado, desde 2013 hasta 2023, en Europa creció casi un 6%, mientras que en España solo lo hizo en un 0,7%”, detalla.

Vázquez apunta que “otra inquietud importante es el incremento de costes laborales”. “Para muchas pymes, asumir una reducción de la jornada laboral sin bajar salarios puede ser complicado, ya que implicaría contratar más personal o reorganizar turnos, algo que no siempre es viable”, comenta.

“Desde CEOE y CEPYME comentan que esta reducción podría suponer hasta 42.000 millones de euros, un gasto que afectaría especialmente a las pequeñas empresas. Según CEPYME, 3 de cada 4 trabajadores (alrededor de 13,5 millones de personas) estarían afectados por la medida, por lo que sería muy importante tener un buen plan para evitar pérdidas económicas o aumentos exagerados de los costes operativos”, añade Pérez.

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Fuente: Emprendedores