El Banco de España estima que el 43% de las empresas se ven amenazadas por la falta de trabajadores.
El empleo crece pero sin cubrir los nuevos puestos que genera la economía.
A la luz de las diferentes estadísticas y análisis sobre el mercado laboral, decir que España es un país ‘de contrastes’ es quedarse manifiestamente corto. En muchos casos, directamente, no tiene sentido. El ejemplo más claro son los problemas de falta de mano de obra que denuncian el 42,8% de las compañías, según la última encuesta a las empresas elaborada por el Banco de España. Ello a pesar de que España es el país con la mayor tasa de paro y el menor porcentaje de vacantes por cubrir de la zona euro.
A lo largo de los últimos años, los intentos de vincular estos avisos de las empresas con fenómenos como la ‘Gran Dimisión’ estadounidense se han visto refutados por las estadísticas nacionales y europeas. Pero los datos son coherentes con una transformación del mercado de trabajo, acelerada por la reforma laboral, que ha pillado por sorpresa a muchas empresas, que no han adaptado sus estrategias de recursos humanos. Lo que se está traduciendo en estas dificultades para fichar asalariados.
¿A qué se debe esta contradicción entre lo que perciben los empleadores y lo que dicen los datos? La respuesta no es fácil y exige analizar múltiples variables. Algunas contradicen las explicaciones más habituales. Por ejemplo, la evolución de los costes laborales y las vacantes indican que el argumento de que las empresas no quieren pagar más a sus trabajadores no es la causa principal de lo que está ocurriendo. Ni tampoco la falta de formación y cualificación, porque entre los sectores más afectados están la hostelería y la construcción.
Fuente: El Economista