La medida más implementada para hacer frente a la pérdida de competitividad es la reducción de márgenes, indicada por un 33,1%.
El 72% de las pymes y autónomos españoles se muestra a favor de la subida del Salario Mínimo Interprofesional (SMI), a pesar de que el 49% reconoce que afecta su competitividad, según se desprende del ‘II Informe de Pymes y Autónomos de España’ realizado por la aseguradora Hiscox, que expone estos datos coincidiendo con el Día de las Microempresas y Pequeñas y Medianas Empresas del próximo 27 de junio.
Concretamente, este porcentaje del 72% se reparte entre el 37,3% de pymes y autónomos que tiene un grado alto o muy alto de acuerdo con estas subidas, y el 34,4%, que está algo a favor.
Además, si se atiende a los diferentes segmentos en los que se divide el informe, como el número de empleados, sectores, nivel de facturación o antigüedad, el documento también refleja que existen altos niveles de acuerdo con esta medida.
Así, el 74,6% de las pymes y autónomos del sector del comercio están a favor de las subidas salariales, seguido de otros servicios (73,7%) e Industria (60,5%).
MÁS DISPARIDAD SEGÚN EL NIVEL DE FACTURACIÓN
Si se presta atención al factor de la antigüedad, a favor están un 78,8% de las empresas con menos de cinco años de vida, y un 70% de las que tienen más de cinco años, mientras que por número de empleados no existen prácticamente diferencias, y es que un 72% de las micropymes (de uno a diez empleados) está de acuerdo, así como un 69,5% de las pymes de diez a 250 empleados.
Según el análisis, donde más disparidad se encuentra es por nivel de facturación, ya que en el caso de las empresas que facturan menos de cinco millones de euros al año un 72% está de acuerdo, sin embargo, el porcentaje de aquellas que ingresan más de cinco millones es del 57,4%.
En cuanto a los efectos que ejerce esta medida en las pymes, las cuales conforman casi la totalidad del tejido productivo de España, un 49,3% declara que las subidas del SMI han afectado a su competitividad.
LAS MÁS AFECTADAS, LAS MICROPYMES
Dentro de estas empresas y profesionales, las más afectadas, según el informe, son las micropymes, con un 71,1% que así lo afirman, mientras que por detrás les siguen las pymes de diez a 250 empleados, ascendiendo este porcentaje al 64,4%.
En cuanto al nivel de facturación, aquellas que facturan más de cinco millones de euros son las que más afirman verse afectadas, ya que así lo indican un 62% de estas empresas, frente al 49,1% de las que ingresan menos de esta cantidad.
Por otro lado, el informe documenta que también existe una desemejanza entre las empresas con más y menos de cinco años de antigüedad, ya que un 55,3% afirma haber visto afectada su competitividad, mientras que este porcentaje es del 49,1% para las empresas más jóvenes con menos de cinco años de vida.
SIN GRANDES DIFERENCIAS POR SECTORES
Si se distingue por sectores, tampoco se dan grandes diferencias en impacto en la competitividad del negocio, y es que un 55,3% de las pymes del sector comercio afirman que sí les ha afectado, así como un 55,1% de las de industria.
Frente a estas consecuencias negativas para la competencia de las pymes, el informe resalta que la medida que más ha aplicado este tipo de empresas para intentar compensar la balanza ha sido la de reducción de márgenes, la cual arguyen un 33,1%.
Por su parte, un 23,2% ha subido los precios a los clientes, mientras que un 12,1% afirma ser más estricto a la hora de contratar personal.
A estas medidas le siguen, por orden de popularidad decreciente, poner el foco en la mejora de la productividad, despedir trabajadores, incrementar los costes por personal y reducir los sueldos más elevados de la empresa, algo que han llevado a cabo un 3,2% de las compañías.
Fuente: IIILA LEY. Consejo General de Economistas. REAF Asesores Fiscales.