Suiza, Suecia e Islandia encabezan la tabla correspondiente a 2022.
La economía española asciende cuatro puestos en desarrollo I+D.
La economía española ocupa por cuarto año consecutivo la trigésimo segunda posición de la clasificación de talento mundial elaborada por la escuela de negocios IMD (Institute For Management Development), que evalúa anualmente los métodos utilizados por un total de 63 países para desarrollar, atraer y retener el talento profesional, y que en su edición de 2022 está encabezada por Suiza, Suecia e Islandia.
De este modo, la clasificación, que evalúa a los países en función de los factores de atractivo, preparación e inversión y desarrollo, vuelve a poner de manifiesto el liderazgo de Europa Occidental, cuyos representantes copan las diez primeras posiciones de la lista.
España (32) logra así conservar en 2022 la posición de las tres ediciones anteriores y se sitúa en la mitad del ranking. Entre los países de la eurozona, sin embargo, únicamente Italia (36), Grecia (37) y Eslovaquia (48) se sitúan por detrás de España.
En el caso del factor relativo a I+D, el país gana cuatro puestos y asciende a la posición 26, continuando con la trayectoria ascendente desde el año 2018, gracias a la efectividad de las infraestructuras sanitarias (10), así como la elevada participación laboral femenina (14) y la ratio profesor-alumno en la etapa de educación secundaria (19).
Sin embargo, los resultados del estudio también evidencian que la formación de los empleados no se encuentra entre las prioridades de las empresas españolas (50).
En lo relativo al atractivo, segundo factor analizado en el estudio, España pierde dos posiciones y se sitúa en el puesto 26, debido fundamentalmente a la falta de motivación de los empleados (48) y aspectos relacionados con la atracción y retención de talentos, que no parecen ser un elemento prioritario en las empresas (52).
No obstante, el país sí obtiene buena posición en subindicadores tales como la exposición a la contaminación por partículas (13), la calidad de vida (13), la remuneración de los directivos y del sector servicios (puesto 20 en ambos casos), así como la atracción de trabajadores extranjeros altamente cualificados por el entorno empresarial (23).
Por último, el factor referido a la preparación refleja la pérdida de un puesto con respecto al pasado año (42), con asignaturas pendientes entre las que se encuentran las habilidades lingüísticas (53), la experiencia internacional de los directivos (46) y el nivel de la educación universitaria, así como de primaria y secundaria para responder a las necesidades de una economía competitiva (44 en cada caso).
Fuente: El Economista