El IPC sube tres décimas hasta el 2,3%, el subyacente se queda en el 2,7%.
Los servicios siguen en un elevado 3,9%, pero avanzan progresivas caídas.
Los halcones del BCE parecen haber impuesto el relato de recortes mesurados.
La inflación de la eurozona repuntó ligeramente en noviembre, en línea con lo previsto. Pero debajo de los datos puros hay matices que pueden acelerar o no la hoja de ruta de la política monetaria de un Banco Central Europeo (BCE) centrado ya en las bajadas de los tipos de interés. En noviembre, el índice de precios al consumo (IPC) general de la eurozona escaló tres décimas hasta el 2,3% interanual, como esperaban los analistas. Sin embargo, el más pegajoso y preocupante IPC subyacente (excluye energía, alimentos, alcohol y tabaco en este caso), se queda en el 2,7% por tercer mes consecutivo cuando se esperaba un 2,8%. Asimismo, la abrasiva inflación de los servicios -anclada cerca del 4% desde hace meses y meses- ha caído una décima hasta el 3,9% y avanza progresivos descensos. Dos pequeñas alegrías que dan argumentos a la facción acomodaticia del BCE (las palomas) en su apuesta por un recorte de tipos ‘jumbo’ de 50 puntos básicos (el doble de lo habitual) en diciembre. Sin embargo, la determinación del grueso del Consejo de Gobierno en abogar por recortes más mesurados de 25 puntos básicos para ‘guardarse las espaldas’ (la apuesta de los halcones) puede hacer que estos pequeños guiños no sirvan.
Frente a lo que argumentan algunos analistas y las palomas, hay otro punto de vista totalmente enfrentado: el BCE debe tocar los tipos de interés sólo gradualmente y no bajarlos a un nivel que estimule el crecimiento, aseguró a Bloomberg Isabel Schnabel, miembro del directorio del BCE, hace tan solo dos días. «Los riesgos para la inflación están ahora más equilibrados. Pero no veo un riesgo significativo de que no alcance el objetivo, en particular uno que justifique una respuesta de nuestra parte», sentenciaba la experta alemana.
En la misma línea, su compatriota Joachim Nagel, presidente del Bundesbank, ha advertido contra apresurarse a realizar nuevos recortes de tipos debido a la rígida inflación del sector servicios, los elevados aumentos salariales y las enormes incertidumbres geopolíticas.
Fuente: El Economista